domingo, 11 de junio de 2017

Ceviche de Corvina estilo Mejicano.

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Esta semana está haciendo mucho calor en Burgos, mi ciudad, de modo que llevo días con la receta de un ceviche (o cebiche, o seviche, o sebiche) en la cabeza, pero quería variar del típico que se presenta en casi todos los sitios que es el peruano. Buscando recetas encontré la versión mejicana (una de ellas, ya que al ser un país tan extenso varía mucho la receta de una zona a otra), que incluye tomate y aguacate y se suele acompañar de langostinos. Además, esta receta es adaptable a la dieta, ya que no tiene ninguna grasa, pasta, arroz o patata. Vamos pues con la receta refrescante y chispeante del Ceviche de Corvina al estilo Mejicano.




Ingredientes (para unas 4 personas):

  • Un filete de Corvina sin piel ni espinas (unos 400 gramos más o menos). Se podría usar otro pescado como lubina, rape, lenguado... preferentemente pescado blanco.
  • 4-5 langostinos crudos.
  • 2 tomates muy maduros (en el original se usa jitomate, que es similar).
  • 1 cebolla morada pequeña.
  • 1 aguacate.
  • 4 limas.
  • 2 chiles de lágrima frescos (los rojos pequeños y alargados), aunque yo he tenido que usar uno de ellos verde y una cayena fresca que me ha "donado" un amigo, ya que en esta ciudad es prácticamente imposible conseguir con facilidad ciertos ingredientes (en breve prepararé una entrada extensa al respecto de ese tema).
  • Un manojo de cilantro fresco.
  • Una cucharadita de orégano seco.
  • Sal.

Preparación:
  • En la pescadería al comprar el pescado pediremos que nos saquen los filetes, dejándolo sin piel ni espinas. De todas formas en casa comprobaremos que no quedan espinas y retiraremos las que pudieran quedar. Cortamos el filete de corvina en dados de 1 centímetro más o menos (más pequeños serían para hacer un tartar, y más grandes no se nos cocinarían bien).
  • Pelamos los langostinos y les quitamos la tripa (el hilillo negro que tiene en el lomo, basta con hacer un corte a lo largo y con la punta de un cuchillo se retira con facilidad). Los troceamos en un tamaño similar al pescado y se los añadimos.
  • En un bol de cristal (muy importante que no sea de metal ni de plástico para no coger sabores extraños) ponemos la corvina y los langostinos que teníamos troceados. Exprimimos las limas y se las añadimos junto con un poco de sal. Mezclamos, procurando que quede todo cubierto con el zumo y metemos en la nevera mientras picamos las verduras.
  • Cortamos la cebolla en plumas (tiras finas a lo largo) y la carne del tomate en cuadraditos. La mejor manera de pelar el tomate es hacerle un corte en forma de "X" en el extremo opuesto del "rabito" y escaldarlo durante 20 segundos en agua hirviendo. Seguidamente lo bañamos en agua fría y desde los cuatro picos del corte que hemos hecho antes se pelará muy fácilmente. Partimos el tomate para quitarle las semillas y cortamos la carne en cuadrados.
  • Lavamos bien el cilantro y separamos las hojas de los tallos. Desechamos los tallos y picamos las hojas no demasiado (nos encontraremos trocitos de cilantro que son tremendas explosiones de sabor, aroma y frescura), aunque por supuesto si os gusta más picadito pues adelante con ello.
  • Sacamos el pescado de la nevera, y veremos que ha tomado una tonalidad blanquecina. Esto quiere decir que se ha estado "cocinando" con el ácido del zumo de lima y con la sal. En realidad no se trata de un plato de pescado crudo, que es lo que más echa atrás a los nuevos catadores de este plato, sino que está macerado y cocinado químicamente con la sal y el ácido.
  • Escurrimos el jugo lo máximo posible y lo reservamos en un vaso. Añadimos el tomate, la cebolla, el cilantro, el orégano y los chiles partidos en rodajitas finas (quitamos las pepitas que nos pueden servir para plantarlas en casa). 


  • Mezclamos bien y probamos de sal por si necesitase un poco más. Metemos en la nevera durante 2 horas, en las que se terminará de macerar el pescado con los restos de zumo y sal que ya tiene adheridos (si lo dejásemos todo este tiempo sumergido el sabor de la lima mataría el sabor del pescado, descompensando totalmente la receta).
  • Pasado este tiempo, sacamos de la nevera. Removemos bien y servimos en platitos o cuencos. Echamos una cucharada o dos del zumo que teníamos del remojo del pescado como aliño y decoramos con el aguacate cortado en daditos. Acompañadlo con una cerveza rubia mejicana como Corona o Sol y disfrutad la explosión de sabores fresquísimos y exóticos de esta receta.

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